Sin más, sin darme cuenta. No sé cuando ni tampoco el cómo, pero sencillamente terminó.
¿Dolida?, podría estarlo. ¿Desilusionada?, puede que sea esa la palabra que lo defina.
Pero no, no es eso, va más allá. Es esa punzada que notas que te oprime el pecho, poco a poco algo se rompe y sientes que se va desprendiendo de ti ese pedacito, sí, un pedacito que sin pensarlo un día te dí. Hoy, ya no lo mereces y por eso lo empujo con la palanca de la razón que me grita al oído: «Se acabó, no hay más».
Pude darte todo, y digo pude porque no me dejaste darte más. Fuiste un espejismo, maravilloso espejismo que se desvanece con el pasar del tiempo, el mismo tiempo que te dedique. Tus idas y venidas, tú música y sus letras, mis angustias y mis miedos, pero también mis sonrisas sin razón, todo arreglado con mensajes, risas y llamadas de teléfono…pensar que podía ser perfecto, ¡qué ingenua yo!
Aquí queda todo, ¿y sabes lo peor? que a veces creo que no fuiste consciente de nada. Sin embargo, otras veces, pienso que sí, que sabías a que estábamos jugando, pero apareció la palabra cobardía. Sí, eso es, se llama cobardía y eso fue lo que terminó con todo esto.
Ahora te doy tiempo, todo el tiempo que quieras para que actúes igual. Corre y déjate querer sin dar nada a cambio, sin sorprenderte si algún día te ves solo.
Enamorarse puede ser fácil, lo complicado es asumirlo.
La caja de Ari 
Gracias por lo que escribes, por lo que sientes, por tu valentía. Has conseguido que sea yo la que grite esas palabras, las he sentido. Enhorabuena!!!! Espero nuevos capítulos!!
Gracias a ti por tus palabras, por dedicar un poco de tu tiempo a pasar por aquí para escribirme y seguir dándome ánimos para continuar. Pronto seguiré con la historia de Ari, que todavía hay que hablar de muchas cosas ^^ …Besotes